- EAN13
- 9782821844292
- Éditeur
- Institut français d’études andines
- Date de publication
- 03/06/2015
- Collection
- Travaux de l’IFÉA
- Langue
- castillan, espagnol
- Fiches UNIMARC
- S'identifier
La fauna sagrada de Huarochirí
Luis Millones, Renata Mayer
Institut français d’études andines
Travaux de l’IFÉA
Livre numérique
-
Aide EAN13 : 9782821844292
- Fichier PDF, libre d'utilisation
- Fichier EPUB, libre d'utilisation
- Fichier Mobipocket, libre d'utilisation
- Lecture en ligne, lecture en ligne
4.99
La construcción de imágenes divinas tuvo un punto de partida importante en los
seres que rodearon al hombre en el principio de los tiempos. De todos ellos,
los animales, con atributos imposibles de rivalizar, ofrecieron la posibilidad
de construir las formas que soñaron nuestros antepasados. Nadie podía volar
como el cóndor, desplazarse y atacar con la elegancia de un puma o aparecer
súbitamente como la serpiente. Son éstos y otros miembros de la fauna andina
los que encendieron la imaginación del misterioso redactor del Manuscrito de
Huarochirí. Este documento, "pequeña biblia regional" como lo llamó Arguedas,
sigue siendo el único texto sagrado, conservado en quechua, que relata la saga
de los dioses, animales y los hombres antes de la llegada de los europeos. Que
así sea, no debe sorprendernos, otros libros sacros como Gilgamesch, el
Génesis o el Popol Vuh, glorificaron también a la fauna que poblaba los
paisajes conocidos. De la misma forma, la construcción de la divinidad sumaba
atributos observados en la naturaleza, para encontrar en su totalidad la
imagen del dios que se buscaba. Este libro recoge el panteón andino que
acompañó las aventuras de la humanidad en el amanecer de la vida, que
transcurrió entre la montaña de Pariacaca y las aguas que bordean el santuario
de Pachacamac.
seres que rodearon al hombre en el principio de los tiempos. De todos ellos,
los animales, con atributos imposibles de rivalizar, ofrecieron la posibilidad
de construir las formas que soñaron nuestros antepasados. Nadie podía volar
como el cóndor, desplazarse y atacar con la elegancia de un puma o aparecer
súbitamente como la serpiente. Son éstos y otros miembros de la fauna andina
los que encendieron la imaginación del misterioso redactor del Manuscrito de
Huarochirí. Este documento, "pequeña biblia regional" como lo llamó Arguedas,
sigue siendo el único texto sagrado, conservado en quechua, que relata la saga
de los dioses, animales y los hombres antes de la llegada de los europeos. Que
así sea, no debe sorprendernos, otros libros sacros como Gilgamesch, el
Génesis o el Popol Vuh, glorificaron también a la fauna que poblaba los
paisajes conocidos. De la misma forma, la construcción de la divinidad sumaba
atributos observados en la naturaleza, para encontrar en su totalidad la
imagen del dios que se buscaba. Este libro recoge el panteón andino que
acompañó las aventuras de la humanidad en el amanecer de la vida, que
transcurrió entre la montaña de Pariacaca y las aguas que bordean el santuario
de Pachacamac.
S'identifier pour envoyer des commentaires.